Sin duda, uno de los principales exponentes del teatro argentino contemporáneo, Daniel Veronese es dramaturgo, director de teatro, actor y titiritero. Es fundador del grupo de teatro El Periférico de Objetos, creado en 1989, que basa su experimentación en el trabajo de integración de actores y objetos.

Interesado en la autorreferencialidad del teatro y en la tensión entre lo bello y lo siniestro, su trabajo escénico supone una constante transformación y transposición donde los personajes intercambian roles e identidades, los mismos espacios -varios de ellos replicados una y otra vez a lo largo de su vasta obra-, cobran sentidos completamente distintos. En su personalísima forma de aunar la actuación y la dirección, ha ido quebrando modelos tradicionales de hacer teatro mediante formas sorprendentes, lo que le ha permitido establecer vínculos con el mundo del espectáculo y el circuito independiente.

Fue curador del Festival Internacional de Buenos Aires en múltiples ocasiones y recibió el Premio Max Iberoamericano, otorgado por su aportación en el intercambio cultural entre España y Latinoamérica. Sus escritos han sido traducidos al francés, alemán, italiano, inglés y portugués, sus montajes se han presentado en numerosas ciudades de América, Europa y Asia. Mujeres soñaron caballos, Crónica de la caída de uno de los hombres de ella, Los corderos, La noche devora a sus hijos, Líquido táctil, Teatro para pájaros y sus adaptaciones sobre Chejov e Ibsen constituyen tan solo un puñado de su extenso y memorable trabajo.