Marie-Hélène Cousineau es una cineasta y videasta reconocida por su trabajo de reflexión feminista e intercultural, tanto en ficción como en documental. En 1991 se trasladó a Igloolik, Nunavut, donde participó en la creación del Tarriaskuk Video Centre, el primer centro de producción de cine y video dirigido por artistas en el Ártico canadiense. Allí conoció a Madeline Ivalu, una anciana inuit monolingüe, cuentacuentos y costurera. Juntas, con Susan Avingaq, fundaron Arnait Video Productions, un colectivo de mujeres cuyo objetivo es producir filmes y videos independientes. Sus películas, enfocadas en satisfacer las necesidades culturales del pueblo inuit y de la comunidad de Igloolik, han obtenido éxito en Canadá e internacionalmente. Se destacan, entre otras cosas, sus temas universales y sus retratos profundamente empáticos de personajes femeninos fuertes. De su colaboración ha resultado un catálogo de más de 25 títulos: ficciones, documentales, series de televisión y video-exploraciones.

Últimamente Marie-Hélène Cousineau codirigió La isla de Angélique, produjo Tia y Piujuq, una película de ficción para niños, y contribuyó de manera importante al desarrollo de la Nunavut Film Commission. Ahora vive en su ciudad natal, Montreal. El río sin descanso, una adaptación de la novela homónima de Gabrielle Roy, es su película más reciente.