She She Pop. Propiedad: Un Oratorio… desde la traducción.

19/04/2017

“Damit das klar ist
was wir sagen,
ist nicht die Meinung
von allen.
Was wir sagen gilt
nicht für alles von uns
aber egal.
Wir sind ein Chor
wir sind solidarisch. ”

La compañía alemana She She Pop regresó a la Universidad Nacional Autónoma de México, esta vez con una propuesta diferente a su última presentación en 2014 La consagración de la primavera (Frühlingsopfer). El domingo 26 de marzo del 2017 se presentó la puesta en escena Propiedad: Un oratorio por primera vez abierta al público.

Los encargados de hacer el workshop fueron Lissa Lucassen, Sebastian Bark y Johanna Freiburg, miembros de la compañía alemana, en colaboración con personajes inmersos en el ámbito teatral, actoral y cinematográfico, quienes en conjunto abordaron el tema de “La propiedad” para realizar un guión. Todo esto comenzó en un primer acercamiento con algunas ideas que desarrollaron en su país de origen y que por lo tanto tenían matices de la sociedad alemana.

Interesante fue la manera de abordar la propiedad y quienes poseen algo, un objeto al que le pueden acuñar el genitivo “es mío” o “me pertenece”, pues el trío alemán a través del tratamiento de varios textos dejó apreciar cómo es para los germanos el concepto de “Eigetum” que se puede traducir tanto como “pertenencia” o bien como “propiedad”.

Las palabras fueron de valor crucial, ya que a diferencia de otros talleres que se desarrollan con actores y donde aparecen dinámicas de ejercicios corporales, en este workshop resultó contundente la discusión y el diálogo a partir del entendimiento de las palabras, con la finalidad de construir un oratorio del cual todos formaran parte. Dicho de otra forma, a través de la lluvia de ideas se buscó que los participantes se sintieran unidos por las palabras que se utilizarían y que a partir de éstas, el público también centrara un punto de vista para que interactuara desde y con su propio discurso.

Algunos de los conceptos y diálogos se habían utilizado antes ya que el colectivo los ha trabajado desde sus presentaciones en lugares como Stuttgart, y ayudaron a referirse a las clases sociales. Estos primeros conceptos sirvieron para dar un parámetro a las ideas que tenían que producirse en un nuevo guión.

Sin embargo, comenzó el proceso de traducción y con ello algunas complicaciones. Y es que al hablar de propiedades siempre habrá quienes poseen más que otros, y el alemán cuenta con palabras muy específicas que a veces no cuentan con un concepto igual en español. Por ejemplo, las palabras “Bonzen” y “Arme Schlucker” señalaban a los más ricos y a los más pobres, respectivamente. Dichas palabras fueron difíciles de traducir, puesto que a través de la experiencia, estudios, diccionarios y demás métodos de los participantes que ayudaron a trasladar los textos que estaban originalmente en alemán, las ideas se prestaban a diferentes cuestionamientos: ¿quién de los participantes se podría identificar con estas palabras dichas desde el español?, ¿cómo se puede trasladar el sentido de tal dicho popular?, ¿existe una equivalencia entre una expresión y su idea al español? Pues los participantes tenían que engancharse a algún concepto para poder hablar desde él.

Cabe señalar que todo el taller se generó en tres lenguas, dos de ellas nórdicas: alemán e inglés y naturalmente en español. Por esto el proceso de trasladar información de un lenguaje a otro resultaba una tarea muy compleja, ya que todo el tiempo los tres idiomas conformaron el tratamiento del diálogo entre los distintos coros que se formaron a partir del sentir de cada participante.

Sigamos con los términos que más se emplearon para intentar entender un poco mejor; la palabra Bonze en realidad quiere decir “Cacique”, pero usándola en plural Bonzen, es un término despectivo para nombrar a los acaudalados, a aquellos que a pesar de tener tanto siguen generando más y más sin importar que los otros no tengan ningún ingreso.
Por otro lado, si se descompone el término Arme Schlucker se puede obtener la palabra “arm” que en alemán también tiene un doble sentido como lo es en español pues su traducción es “pobre”; al doble sentido lo entendemos como “pobre”- que no tiene ingresos y “pobre”-le va mal (un pobrecito). La palabra Schlucker, viene del verbo “schlucken” que literalmente significa “tragar”. En México se tiene el título despectivo “muerto de hambre” en la misma idea de “tragar”, sin embargo, era difícil que alguien del público se sintiera tan asociado a este término, pues a diferencia de los alemanes la oración mexicana tiende a referirse de manera muy grosera a aquellos que no tienen ni para comer pero también a las personas que se aprovechan de algo: “pareces muerto de hambre”. Así que para hacer una traducción más adecuada se acuñó el término “jodido”, pues en esta puesta en escena lo importante sería la identificación de aquellos que tienen o no una propiedad.

“Propiedad” vista como palabra también resultó difícil de abordar, pues los mexicanos señalaron que hay una relación no sólo con objetos, sino con personas. En las relaciones con una pareja era difícil separar a la persona como parte de la pertenencia del otro. Al tener las personas una fuerte connotación con la propiedad se entendía mejor por qué para los participantes mexicanos era difícil no considerar a su familia también como una posesión. Ahí se notaba en gran medida cómo las relaciones sociales entre ambas nacionalidades eran completamente diferentes. Mientras los mexicanos toman de forma más general este término, los alemanes sólo se refieren a bienes materiales y el papel de la familia queda en un lugar distinto al que se tiene en nuestro país.

Posteriormente y para entender mejor el sentido de las palabras, se utilizó una dinámica que She She Pop utiliza en el teatro y fue la puesta en escena einige von uns, que quiere decir: “algunos de nosotros”. En esta parte alguno de los participantes debía ponerse al frente y decir algo que lo representara. En ocasiones resultaba ominoso, pues se hablaron de sentimientos o acciones que para muchos sería difícil reconocer pero que son éstos los que más constituyen su naturaleza. Algunos ejemplos fueron: “einige von uns haben kein Auto” / “algunos de nosotros no tenemos carro”, “einige von uns haben einen Verwandter, der kriminell ist” / “algunos de nosotros tenemos un familiar que es criminal”, “einige von uns hatten früher einen Geschlechtsverkehr mit einem Verwandter”  “algunos de nosotros en el pasado tuvimos relaciones sexuales con algún familiar”, entre otros. Cada vez que se expresaban estas ideas, aquellos que se sentían identificados se quedaban hasta al frente dando varios pasos adelante y quienes no, simplemente se quedaban atrás, pegados a una pared.

Así se comenzó a trabajar en el interés de cada personaje, comenzaron a conocerse mejor y a identificar momentos importantes que utilizarían en la presentación del domingo. Posteriormente se les otorgaron a los participantes algunas preguntas para que hicieran entrevistas:

Who are you? ¿Quién eres?
what do you share? ¿Qué compartes?
what don’t you share? ¿Qué no compartes?
what do you lack/miss? ¿Qué te hace falta?
what are you afraid of? ¿De qué tienes miedo?
what are you guilty of? ¿De qué eres culpable?
what are your demands? ¿Cuáles son tus peticiones?
what is the price of this? ¿Qué precio tiene?

Last: thank you, now we know who you are.
Some of us…

A través de las respuestas que se lanzaron, se formaron tres grupos que a su vez se convertirían en los monólogos: sobre el deseo y la insatisfacción, sobre la riqueza y la depresión, y sobre el miedo y la culpa. Cada historia y respuesta personal permitió que se conformara un ensamble con cada concepto, pues todos hablaban desde un lugar semejante y por ende sentían impulsos parecidos.

Esto fue la esencia del proyecto. Los participantes formaron después un coro con cada concepto con el fin de hablar uno por todos. La identidad que se debía construir era determinante para que pudiera nacer un coro desde las voces de México, una voz que hablara por la mayoría. Aquí apareció la otra cara de la traducción, ahora hacer textos desde el español hacia el alemán, y era de vital importancia que los participantes entendieran concretamente las respuestas que los mexicanos daban en su lengua materna para poder hablar desde una cosmovisión en signos diferentes.
Algo que merece la pena mencionar es que la estructura gramatical del alemán es diferente al español cuando se trata de utilizar verbos o negar alguna situación. Por ejemplo en la oración: “somos ricos porque podemos pagar con una tarjeta de crédito” – “wir sind reich, weil wir mit einer Kreditkarte bezahlen können”, los verbos van al final de la oración. Otra muestra en la frase: “no estoy jodido” – “ich bin ein armer Schlucker nicht” la negación se pone al final. ¿Qué quiere decir esto? que al momento de hablar o escuchar este idioma se debe esperar hasta el último momento de la locución para saber qué pasa o a qué se refiere el emisor. Se debe abrir la escucha para poder comprender lo que el otro está compartiendo, una negación o un verbo diferente al final puede cambiar todo el sentido a una frase.

Ahora bien, cada grupo habló sobre el eje de su concepto, compararon qué tenía más peso dentro de esas ideas, identificaron los elementos que enfocan las entrañas de ese coro y armaron un guión completo donde se turnaban a hablar, a veces sólo uno y otras todos juntos. Por otro lado Sebastian Bark y otros dos participantes conformaron el grupo del público, pues se tomó la decisión de que los asistentes también debían tomar un papel en la presentación.

Se realizó la traducción de cada guión que se hizo según el concepto, para tener la esencia del contenido y que los alemanes pudieran entenderlo lo mejor posible. Se tomaron ciertas ideas, se acuñaron frases y se votó entre todos para saber si había o no identificación con esas expresiones. Al final el ensamble fue una construcción de los tres coros iniciales, se habló de la riqueza pero también de la culpa, del deseo, de la insatisfacción, y todo eso, sin olvidar a la pobreza.

Finalmente el contagio también fue un factor importante para que existiera tanto un vínculo como un diálogo donde los tres idiomas aportaron desde diferentes posiciones algo diferente para la realización del workshop. Cada lengua permitió hablar y a su vez dejar como consecuencia el deber reflexionar lo que se expresa, pues uno es desde donde habla y de lo que habla.

Por Ángel Francisco Velázquez

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